Dedicada a: Samuel

 Noviembre apenas llegaba,

Samu lo veía venir.

“Me harán trabajar” –pensaba.

Y a Michoacán deseaba ir.

Se atrevió y pidió permiso,

mas Home Depot lo rechazó.

Samuel hizo caso omiso

y sus planes, ya mismo trazó.

Su agenda estaba ordenando

y la Parca se presentó.

“¿A dónde te andas largando?”

–con disgusto preguntó.

“Voy a tierra muy caliente

y a los muertos celebrar”.

“Tomar un mezcal ardiente

y en Janitzio quiero nadar”.

“¡Tú sí disfrutas la vida!”

–dijo la Flaca con gusto.

“No te haré ninguna herida

ni te pegaré ni un susto”.

“En realidad yo venía

al cementerio a llevarte”.

“Pero veo tu alegría

Y tu aprecio por el arte”.

“Disfrutas cosas sencillas

y tus raíces valoras”.

“Das a la tierra semillas,

 la naturaleza adoras”.

“No mereces ya la muerte,

debes dejar un legado”.

“Hoy estas más que de suerte

y no te irás a mi lado”.

“Mejor yo viajo contigo,

armamos un chido fiestón”.

“Yo tengo allá un buen amigo

y hasta tenemos un cantón”.

Y Samu y Calaca se fueron

por todo el país paseando.

Muy compadres se volvieron,

sus males iban cantando.

Mientras tanto el Diablo en casa,

su chamba se quedó haciendo.

En tecnología fracasa,

pero es muy bueno mintiendo.

“En realidad yo venía

al cementerio a llevarte,

pero veo tu alegría

Y tu aprecio por el arte”.

“Disfrutas cosas sencillas

y tus raíces valoras,

das a la tierra semillas,

 la naturaleza adoras”.

“No mereces ya la muerte,

debes dejar un legado”.

“Hoy estas más que de suerte

y no te irás a mi lado”.